Vista aérea de la Comunidad Autónoma de Ceuta.
Una gestión me llevó hace unos días a Ceuta. Esta ciudad, como todo el mundo sabe, tiene su emplazamiento en el norte de África, lo que le confiere una idiosincrasia especial respecto al resto de España.
Su historia, resumida brevemente, es la siguiente:
En el año 1.415 el rey de Portugal desembarca en la plaza norteafricana de Ceuta y conquista la ciudad para el reino de Portugal. Posteriormente, en el año 1.580, Ceuta se incorpora junto al resto del Reino de Portugal, al Imperio Español. En 1.640 tras la secesión de Portugal, Ceuta decide mantenerse bajo soberanía española. Tres siglos y medio después continúa ondeando la bandera de España en la muy Noble, Leal y Fidelísima Ceuta.
Para los que deseen visitar la ciudad, deben saber que el viaje comienza en Algeciras. Desde este puerto operan los grandes Ferrys que cruzan el estrecho de Gibraltar. El viaje dura algo menos de una hora y el billete de ida y vuelta cuesta 66 euros. En fin de semana existe una oferta que, por poco más, incluye la estancia en el Parador Nacional.
Disfrutamos mucho paseando por el centro de la ciudad, muy limpio y bien cuidado. También de la gastronomía local, a base de buenos pescados del litoral. Pienso que la ciudad ha mejorado mucho desde 1.997, año que estuve por razones laborales.
Me sorprende la malicia con la que actúan algunas cadenas de televisión cuando Ceuta o Melilla son protagonistas de la noticia. No se resisten a mostrar lo peor de las mismas, como los barrios más cutres y conflictivos, que dicho sea de paso, existen en casi todas las ciudades españolas.
Creo que la ciudad bien merece una visita. Además como puerto franco, resulta un centro de compras muy interesante, sobre todo en lo que a joyería y electrónica se refiere.
Una gestión me llevó hace unos días a Ceuta. Esta ciudad, como todo el mundo sabe, tiene su emplazamiento en el norte de África, lo que le confiere una idiosincrasia especial respecto al resto de España.
Su historia, resumida brevemente, es la siguiente:
En el año 1.415 el rey de Portugal desembarca en la plaza norteafricana de Ceuta y conquista la ciudad para el reino de Portugal. Posteriormente, en el año 1.580, Ceuta se incorpora junto al resto del Reino de Portugal, al Imperio Español. En 1.640 tras la secesión de Portugal, Ceuta decide mantenerse bajo soberanía española. Tres siglos y medio después continúa ondeando la bandera de España en la muy Noble, Leal y Fidelísima Ceuta.
Para los que deseen visitar la ciudad, deben saber que el viaje comienza en Algeciras. Desde este puerto operan los grandes Ferrys que cruzan el estrecho de Gibraltar. El viaje dura algo menos de una hora y el billete de ida y vuelta cuesta 66 euros. En fin de semana existe una oferta que, por poco más, incluye la estancia en el Parador Nacional.
Disfrutamos mucho paseando por el centro de la ciudad, muy limpio y bien cuidado. También de la gastronomía local, a base de buenos pescados del litoral. Pienso que la ciudad ha mejorado mucho desde 1.997, año que estuve por razones laborales.
Me sorprende la malicia con la que actúan algunas cadenas de televisión cuando Ceuta o Melilla son protagonistas de la noticia. No se resisten a mostrar lo peor de las mismas, como los barrios más cutres y conflictivos, que dicho sea de paso, existen en casi todas las ciudades españolas.
Creo que la ciudad bien merece una visita. Además como puerto franco, resulta un centro de compras muy interesante, sobre todo en lo que a joyería y electrónica se refiere.
Adjunto a continuación algunas fotografías de la ciudad.
Vista general del puerto deportivo de Ceuta.
Murallas Reales y Foso de San Felipe.
Iglesia de Santa María de África.
Bocana de entrada al Club náutico de Ceuta. Al fondo el monte Hacho.