jueves, 30 de julio de 2009

La muerte no es el final




En homenaje a los dos Guardias Civiles asesinados cobardemente hoy, por la banda TERRORISTA Eta.

http://www.youtube.com/watch?v=kgOwHgFN1WU

Tú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.

Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.

Cuando la pena nos alcanza
por el hermano perdido,
cuando el adiós dolorido
busca en la fe su esperanza.

En tu palabra confiamos
con la certeza de que Tú
ya lo has devuelto a la vida,
ya lo has llevado a la luz.
Ya lo has devuelto a la vida,
ya lo has llevado a la luz

Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.

Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.

¡DESCANSEN EN PAZ!

miércoles, 29 de julio de 2009

Astilleros de Cádiz

La bahía de Cádiz mantiene, desde tiempos remotos, una importante vinculación con la reparación y la construcción naval. En esta bella bahía se ubican tres relevantes astilleros a nivel nacional: Astilleros de Cádiz, Puerto Real y San Fernando; los tres pertenecientes a la sociedad Navantia, consorcio de carácter fundamentalmente militar .

Se adjuntan a continuación algunas fotografías tomadas este fin de semana en los muelles de los tres astilleros descritos.

Instituto Hidrográfico de la Marina


Astillero de Cádiz. En primer plano Fragata F-84 "Reina Sofía", en reparación.


Fragata F-81 "Santa María" en reparación.

Astillero de Puerto Real. En construcción y a flote dos ferrys rápidos para la Cía. Trasmediterránea.

En construcción el POVZEE (Patrullero Oceánico de Vigilancia de la Zona Económica Exclusiva) para la Armada de Venezuela, patrullero de combate PC-21- "Caribe". Es el primero de una serie de cuatro.

En fase final de su construcción el Buque de Aprovisionamiento de Combate A-15 "Cantabria" para la Armada Española.

Astillero de San Fernando, en construcción tres Guardacostas para la Armada de Venezuela. En primer plano el GC-22 "Yaviré".

GC-23 "Naiguatá"

Nueva construcción en grada.

Buque Escuela de la Armada Española A-71"Juan Sebastián de Elcano"

Buques de Investigación Oceanográfica: A-31 "Malaspina" y A-32 "Tofiño".

En otro orden de cosas, construcción del puente colgante "Constitución de 1.812" sobre aguas de la Bahía de Cádiz.




martes, 28 de julio de 2009

Assen. Último Capítulo.



Domingo.

Tras atravesar la frontera de Alemania con Francia continuamos nuestro camino hacia el sur. Alcanzamos Lyon después de recorrer unos 600 kilómetros. En esta ciudad nos llovió con una intensidad abrumadora.

Es curioso pero al ver en Lyon las señalizaciones que apuntaban a Suiza (a pocos kilómetros), sentimos que tras dos días atravesando Europa de Norte a Sur; Suiza, país que mentalmente situábamos en el centro del continente, está ubicada muy al sur del mismo y para nosotros a esas alturas del viaje, bastante cerca de España.

Siguiendo el curso del Ródano desembocamos en el Mediterráneo. Nos sorprendió el elevado número de centrales nucleares que contamos en los últimos 250 Km.

En estas latitudes el calor se dejaba sentir con fuerza, y el paisaje así lo plasmaba con un color más amarillento de sus campos . Nos apenaba, después de dejar atrás tanto verdor y frescor.

Sobre las 21.00 horas, por el paso fronterizo de La Junquera, alcanzamos España. Aquella noche hicimos nuestra última escala en la preciosa población de Cadaqués, después de 1.100 Km recorridos.

Cadaqués.

Un baño a primera hora de la mañana.

Monumento a Dalí.

Lunes.

Los últimos 1.000 Km, ya en España, se nos hicieron relativamente cortos, y sobre las 22.00 horas la aventura finalizó en Sevilla.

Mi hermano y yo coincidimos al pensar en este viaje como una experiencia inolvidable. En total algo más de 6.000 kilómetros en 6 días. A nivel económico 800 € en gasóleo y 250 € en peajes. Descubrimos en la autocaravana una forma de viajar apasionante, totalmente despreocupada y que posibilita a sus ocupantes el llegar a lugares de una belleza sobrecogedora y quedarte allí para disfrutarlos. Además si se viaja en familia resulta una forma muy económica de conocer mundo.

martes, 21 de julio de 2009

Assen. Capítulo IV



Sábado 24 de junio.

Nos levantamos contentos pero un poco resacosos. Abandonamos Assen con muy buen sabor de boca de la jornada anterior. Buscamos la autopista A7 que une los Países Bajos con Alemania, siendo este el paso más septentrional entre ambos países. Pasamos Groningen que distaba unos escasos 20 kilómetros de la frontera. En ella nos paró un imponente control de la policía. Nos desvió a un lado de la autopista. Bajé la ventanilla, uno de los policías se dirigió a mi en alemán, le dije que no le entendía y que éramos españoles, pronto acudió un segundo policía que sí hablaba español porque veraneaba en Fuengirola. A los cinco minutos continuábamos nuestro camino sin incidencias destacables. Decidimos tomar la autopista nº31 que se dirige a Dusseldorf, con la idea de atravesar Alemania de norte a sur.

Serían las 12.00 del medio día cuando nos desviamos de la autopista para descansar un rato en la población de Lingen. Típico pueblo alemán que nos llamó mucho la atención por las razones que expondré a continuación.

Paseando por Lingen

Sólo llegar al pueblo atravesamos un pequeño puente sobre el río Ems que a su paso por la ciudad muestra unas aguas limpias en las que se divertían algunos niños abordo de sus piraguas. El pueblo estaba rodeado de bosques y prados muy verdes, la naturaleza se presenta en estado puro. Una vez en el interior del pueblo destacaba la limpieza y decoro de sus calles. Era sábado y en la plaza principal, junto a las terrazas de las cervecerías, se había acomodado un mercado ambulante en donde se vendían flores, frutas, verduras, queso, miel, pan de hogaza y muchos otros alimentos. Se aglutinaba allí un numerosísimo público. En general se apreciaba un nivel de vida muy alto. Este dato quedaba contrastado por los coches de alta gama: Porsche, Mercedes, BMW que encontramos aparcados a las puertas de las casas. Paseamos por sus calles, decoradas para la ocasión con mil banderitas de todos los países con motivo del mundial de fútbol. En las puertas y ventanas de las casas se mostraban banderas alemanas por doquier junto a maceteros atestados de flores. También en los coches que parecían de servicio oficial con sus banderines flameando sobre sus capós. Nos sentamos en una terraza a disfrutar de un magnífico día de verano, muy soleado pero con una temperatura suave que permitía la exposición directa del sol. Saboreamos unas jarras de cerveza que, a excepción de la República Checa, en ningún otro lugar del mundo sirven mejor. Hablando con el camarero, de origen hispano, nos comentó que todos los habitantes de la comarca, la mayoría personal muy cualificado, vivían directa o indirectamente de sus dos reactores nucleares. Fuente de riqueza inagotable para la ciudad. Si cerrara la central el pueblo desaparecería con toda seguridad. No se puede vivir del aire, de los brindis al sol, o de la demagogia más desfasada. Las cosas son como son.

Venta de flores en Lingen

Nos hubiera apetecido disfrutar de algo más de tiempo en Lingen pero teníamos que continuar nuestro camino hacia el sur. Tomamos de nuevo la autopista 31. Tras recorrer unos 130 Km alcanzamos el corazón industrial de Alemania, el más importante de Europa, la región del Ruhr que aglutina ciudades tan conocidas como: Duisburg, Essen, Dusseldorf, Leverkusen etc. Gran parte del PIB alemán se genera en esta rica y próspera región. Ya desde lejos observamos las gigantescas chimenas de su industria pesada, química y siderometalúrgica principalmente, ubicada en las márgenes del río. El Rin, arteria fluvial de Alemania y en definitiva su autopista hacia el mar del Norte (y también aunque parezca increíble hacia el Mar Negro a través de los canales que unen el Rin con el Danubio), es el río con más tráfico de mercancías del mundo y, como dato de interés, comentar que desde la la Convención de Mannheim de 1.868, está considerado una región de aguas internacionales.

Siguiendo el curso del río aguas arriba, esto es hacia el sur-este, circunvalamos las ciudades de Colonia y Bonn hasta alcanzar la bella población de Coblenza. Entonces nos desviamos hacia el sur-oeste por la autopista E44 siguiendo, a cierta distancia, el curso del precioso río Mosela, afluente del Rin. El Mosela remolonea entre suaves colinas sembradas de viñas en donde se elaboran los mejores vinos de Alemania, y queda flanqueado, un meandro sí y otro también, por multitud de castillos y atalayas que sirvieron siglos atrás como fortalezas que vigilaron el tráfico fluvial, acechando a sus posibles enemigos.

El paisaje, verde y boscoso, no tenía desperdicio, tampoco los deportivos que nos adelantaban y a la velocidad que lo hacían. En un punto del camino observamos una bifurcación hacia el circuito de velocidad de Nurburgring. Tentados estuvimos de ir a visitarlo.

En un determinado momento tuvimos que decidir entre dos caminos posibles hacia Lyon, por Luxemburgo o por Saarbrucken. Finalmente optamos por la ciudad fronteriza de Saarbrucken. No quisimos dejar de ver el Parque Natural de "Saar-Hunsruck. Alcanzado éste, abandonamos la autopista y por una carretera secundaria nos introducimos en aquella impresionante masa boscosa. Circulamos sin rumbo fijo hasta atravesar un pequeño pueblo de postal en donde decidimos pasar el resto del día.


miércoles, 8 de julio de 2009

Assen. Capítulo III.

Típica casa holandesa

Como se comentó en el capítulo II, alcanzamos Assen el viernes a las 18.00 horas, un poco más tarde de lo previsto.

Situada en el norte de los Países Bajos, Assen es una bonita población de 65.000 habitantes conocida mundialmente porque en ella se celebra el gran premio de Holanda de motociclismo, ininterrumpidamente, desde el año 1.949.

Parque en el centro de Assen

La ciudad resulta atractiva al visitante por sus cuidadas y abundantes zonas verdes, por sus canales y también porque está constituida principalmente por casas y edificios de poca altura lo que contribuye a presentar la ciudad como un pequeño pueblo. Todo está muy limpio. En un parque cercano al centro de la ciudad se podían observar ciervos que posaban elegantemente ante las fotos de los curiosos. El tráfico en la ciudad, para nuestra sorpresa, era inexistente. A ello contribuía el que muchas personas circulaban en bicicleta.

El circuito de velocidad tiene su emplazamiento a las afueras de la ciudad, y en su perímetro se extiende una enorme zona de esparcimiento para los aficionados que llegan en gran número de toda Europa. Estos terrenos cubiertos en su totalidad por fina hierba, sirven de zona de acampada para los moteros. Muchos montan sus tiendas alrededor de enormes hogueras en donde se come y bebe durante todo el día; al fuego se preparan toneladas de salchichas, hamburguesas, costillas, pollos, etc. Algunos montan sus campamentos unos días antes de las carreras y allí esperan que lleguen los amigos con sus motos para participar del banquete. También existen bares repartidos por el prado. Entre otros acontecimientos se celebran conciertos de música. Por todas estas razones los aficionados no abandonan fácilmente este prado y pocos van a la ciudad, evitándose así accidentes de tráfico. Contribuye a su vez que a la salida del recinto, y en todas las carreteras que acceden a él, se practican rigurosos controles de alcoholemia. Nosotros soplamos en tres de ellos sin consecuencias.

Lugar de esparcimiento junto al circuito

Tampoco quisimos dejar de conocer el ambiente de la ciudad que, porqué no decirlo, disfruta de su día grande. El ambiente era tranquilo y relajado. En el centro existe una pequeña zona de bares en donde se concentran propios y extraños. Allí se pueden ver algunas atracciones de feria y exhibiciones: de trial, de coches todo-terreno, etc. También se montan multitud de establecimientos ambulantes de comida típica del país que desprenden un olor a col muy característico, además de hamburgueserías y salchicherías.

En ese coche iba yo

Pronto descubrimos una nutrida representación española, especialmente valencianos que acudían con sus tracas y petardos, y de otros puntos de España. Algunos llegaron en moto desde Valencia: ¡qué dolor de culo!.

Por la noche "sufrí" una anécdota "interesante". Al entrar en un bar a tomar una cerveza, una chica alta y rubia me asaltó, para mi sorpresa me dio un beso en la boca, que duró bastante..., al terminar me di cuenta que había introducido un hielo en mi boca, la aparté tranquilamente y continué impertérrito mi camino hacia la barra. Justo antes de entrar en el bar acababa de engullir una hamburguesa con cebolla y poco antes un chorizo picante, por lo que honestamente considero que no estaba en aquel momento habilitado para esos menesteres. Mi hermano que iba justo detrás de mí y que presenció lo ocurrido, al ver que no le correspondían con otro hielo, salió del establecimiento y después entro de nuevo por si había suerte, así varias veces.

Más o menos así veíamos al final de la noche

Terminamos tarde y estábamos agotados así que nos fuimos a dormir a la autocaravana, estacionada a pocos metros del lugar de "marcha". Poco dormimos aquella noche porque los más trasnochadores al pasar junto a la caravana la movían o le daban una palmetada en los laterales entre grandes carcajadas.

Aquella noche decidimos que no asistiríamos a las carreras que, a diferencia del resto de países, se celebraban en sábado. Los valencianos nos informaron que para sacar la entrada había que esperar una gran cola y que había gente apostada junto a las taquillas desde las cinco de la mañana. Cómo se daba las circunstancia que en aquellos días en Alemania se celebraba el mundial de fútbol y que Assen está próxima a la frontera alemana, decidimos que continuaríamos nuestra camino de regreso por tierras germanas.
Continuará...

Assen. Capítulo II

JUEVES.

Tras atravesar las provincias de Álava y Guipúzcoa alcanzamos la frontera con Francia. Al pasar Bayona comenzó a llover, pudimos comprobar entonces que el limpiaparabrisas no estaba en su mejor momento. El caucho se desprendió de la raqueta metálica quedando unido únicamente por su extremo superior. Se movía a destiempo, pero barría lo suficiente como para quitar algo de agua y dejarnos ver la carretera.

Al medio día paramos en un área de servicio para tomar unos bocadillos. Nos sorprendió el orden y la limpieza de estas estupendas zonas de estacionamiento, que contrastan con las que sufrimos en España. También es cierto que todas las autopistas son de peaje, una cosa por la otra.

Pasamos las poblaciones de Burdeos, Niort, Cholet, Angers, Le Mans y Rouen. Al filo de la media noche paramos en un área de descanso junto a la población de Abbeville, cerca ya del paso de Calais. Antes dimos una vuelta por el pueblo para cenar, pero quedamos sorprendidos al ver que a esa hora todos los bares y restaurantes estaban cerrados. Por la calle no paseaba nadie en lo que parecía una ciudad fantasma. Aquel día recorrimos algo más de 1.200 Km, en una sesión maratoniana, pero que no se hicieron largos porque el paisaje, aunque muy llano, es bonito y resulta entretenido.

VIERNES.

Al día siguiente salimos temprano. La temperatura, bastante baja comparada con la del sur de España, exigía llevar jersey.Tras tomar café nos incorporamos a la autopista y al cabo de una hora ya estábamos en la ciudad fronteriza de Dunkerque.

Tocaba parar para pagar el peaje, entonces nos dimos cuenta que el ticket no aparecía por ningún sitio. Buscamos por todas partes pero el billete no apareció, por lo que nos cobraron el trayecto más largo de los posibles (unos días después apareció el ticket en el suelo de la caravana, la puñetera bandeja porta-utensilios del salpicadero tenía una pequeña fisura por donde se había "colado" el billete).

Continuamos viaje por tierras belgas, pero no por mucho tiempo porque Bélgica es un país muy pequeño, del tamaño de Galicia aproximadamente, y enseguida se acaba. Apenas 200 Km siguiendo las ciudades de Brujas, Gante y Amberes.

Durante todo el viaje adelantamos a muchos camiones españoles que, al vernos pasar con la bandera de España expuesta en la ventana trasera, tocaban el claxon con entusiasmo. La mayor parte de la flota, de Almería y Murcia, transportan frutas y hortalizas por media Europa; también flor cortada de Chipiona.

Entramos en Holanda antes del medio día pero alcanzamos Assen bien entrada la tarde ya que está situada en el norte del país y el tráfico es muy denso. ¡Estábamos en Assen tras recorrer casi 3.000 Km!, ¡Misión cumplida!.

Continuará.