La Venta "Los Conejos" tiene su emplazamiento en el término municipal de Mairena del Alcor (Sevilla) y como su nombre deja entrever en ella sólo se sirve conejo.
No hace muchos días encontrándome en la zona aproveché para ir a comer a este establecimiento junto a un amigo.
En el camino que lleva a La Venta, ahora asfaltado, me dejé llevar por los recuerdos de cuando iba con mis padres siendo un niño.
A finales de los años 70 la venta no era más que una pequeña casita rural en medio del campo a la que se accedía por un mal camino de albero lleno de baches. Junto a la venta se contaban dos granjas de gallinas, una recolectora de aceitunas que lucía en su fachada la abeja de Rumasa y un cuartel del ejército, éste algo más alejado. Poco más había en la zona, a excepción de olivos y eucaliptos.
El local en su interior disponía de unas diez mesas de camilla enfundadas en sus respectivas enaguas. En invierno colocaban debajo de las mesas unos braseros de cisco.
Mi padre pedía conejo con arroz, en salsa, al ajillo, con tomate, también huevos fritos con patatas. Las mesas las servía Curro, un chaval de unos catorce años que era el hijo de los dueños. Su madre "La Dominga" era la maestra cocinera.
Un día, Curro nos llevó a la parte trasera de la casa. Allí tenían muchas jaulas repletas de conejos. Mi hermano José Manuel estaba entusiasmado porque le gustaban mucho los animales. Un señor que nos observaba sacó uno de la jaula y nos lo enseñó. Nosotros lo acariciamos. Poco después lo colocó sobre la base de un enorme tronco y de un certero golpe de machete le cortó la cabeza salpicándose de sangre el delantal que llevaba puesto. Mi hermano aquel día aborreció el conejo para siempre.
No hace muchos días encontrándome en la zona aproveché para ir a comer a este establecimiento junto a un amigo.
En el camino que lleva a La Venta, ahora asfaltado, me dejé llevar por los recuerdos de cuando iba con mis padres siendo un niño.
A finales de los años 70 la venta no era más que una pequeña casita rural en medio del campo a la que se accedía por un mal camino de albero lleno de baches. Junto a la venta se contaban dos granjas de gallinas, una recolectora de aceitunas que lucía en su fachada la abeja de Rumasa y un cuartel del ejército, éste algo más alejado. Poco más había en la zona, a excepción de olivos y eucaliptos.
El local en su interior disponía de unas diez mesas de camilla enfundadas en sus respectivas enaguas. En invierno colocaban debajo de las mesas unos braseros de cisco.
Mi padre pedía conejo con arroz, en salsa, al ajillo, con tomate, también huevos fritos con patatas. Las mesas las servía Curro, un chaval de unos catorce años que era el hijo de los dueños. Su madre "La Dominga" era la maestra cocinera.
Un día, Curro nos llevó a la parte trasera de la casa. Allí tenían muchas jaulas repletas de conejos. Mi hermano José Manuel estaba entusiasmado porque le gustaban mucho los animales. Un señor que nos observaba sacó uno de la jaula y nos lo enseñó. Nosotros lo acariciamos. Poco después lo colocó sobre la base de un enorme tronco y de un certero golpe de machete le cortó la cabeza salpicándose de sangre el delantal que llevaba puesto. Mi hermano aquel día aborreció el conejo para siempre.
8 comentarios:
Hola, soy Curro, de la venta "Los Conejos". He sabido de este artículo en tu blog a través de un amigo.
Sólo decirte que me ha hecho mucha ilusión leer lo que escribes y que he recordado todo lo que has escrito (así era la venta y, como has podido comprobar, ha cambiado un poco, salvo por la comida, que sigue siendo la misma y yo un poco más mayor).
La próxima vez que pases por aquí no dudes en llegar y, esta vez, dime quién eres para poder saludarte en persona y conocerte.
Un saludo de Curro y muchas gracias por acordarte de la venta en tu blog.
deciros que no solo se come conejo que tambien tienen una apmplia variedad de platos,ensaladas y postres
hola. he sido fiel seguidora desde hace muchosm años de la venta los conejos, es m´s era mi ti
ío Vicente quién la regentaba, y les puedo decir que el conejo dr cocinsrá de muchas maneras pero como en la venta los conejos no los probará nunca.Antes y ahora y espero que siempre, ah y no sólo conejos, hay muchosm platos para poder degustar.
hola.
He encontrado de este blog, curiosamente cuando busqué información sobre esta Venta. El día de Reyes fui con unos amigos que la conocían. Nunca había ido. Tengo que decir que me demoroné cuando llegamos y vimos tantísimos coches. Efectivamente teníamos que esperar mesa. Pensé que más que comer, tendríamos que merendar. Pero cual fue mi sorpresa cuando vi que la gente se iba sentando muy rápido. Los platos salían con mucha celeridad de la cocina, y más que volaban los camareros.
Al final sólo esperamos una media hora, a pesar de la de gente que había.
He apuntado el sitio e iré más a menudo. Además, el dueño es muy simpático y dicharachero.
Hoy mismo iré a conocer la venta por dentro, ya la vi hace unos días cuando paseaba en bici por allí, llevo cuatro años viviendo en Mairena y no la conozco, yo os contaré...
Sr. Anonimo, llevo más de 30 años comiendo en la venta los conejos. Nunca, es decir nunca ha pasado esto en la venta. Si lo que dice fuera verdad por que no presentó la correspondiente denuncia. En este país en fácil calumniar y jugar con el prestigio y puestos de trabajo que esté local ha generado desde que está habiesto. Ánimo al propietario para que ponga en la guardia civil una denuncia contra udes. Y así desenmascarar la falsedad que dice. Que se haga nombrar anónimo en esta página web no significa que sea anónimo para la policía.
señor anónimo esto que usted dice tendrá que demostrarlo ante la justicia,pondré la denuncia pertinente ante los órganos competentes.ya tendrá usted noticias mías!!! Curro Venta Los Conejos.
Publicar un comentario