sábado, 8 de septiembre de 2012

Día de fondeo en Malandar

Corría el mes de julio de 2.010 y aprovechando mi situación provisional de "Rodríguez" decidí quedarme a dormir en el barco los siete días que mi mujer visitaba a su abuela en Galicia. Así todos los días al salir de trabajar me marchaba al barco y compartía lo que restaba de tarde y noche con distintos conocidos del pantalán con los que charlaba y tomaba alguna cerveza. Al día siguiente al toque inmisericorde del despertador abandonaba el barco y regresaba a la oficina.

El viernes recibí la llamada de una amigo que pensaba hacer recalada en Rota, mi puerto base por entonces, camino de Baleares. Patroneaba un precioso catamarán de 44 piés junto a dos compañeros más y tenían previsto tocar los puertos de Sotogrande, Almerimar, Denia y ...Formentera. Tras cenar quedamos a las 5.00 AM  para echarles una mano en soltar amarras y despedirnos.

Una vez desapareció el catamarán de mi vista, siendo muy temprano, con la mente despejada y sin pizca de sueño decidí soltar estachas y disfrutar de un día completo de navegación. Hacía tiempo que me apetecía fondear en la desembocadura del Guadalquivir pero como a mi mujer no le seducía demasiado la idea, el proyecto se había ido abandonando una y otra vez.

A la altura de la boya del "Quemado", se produjo el orto en todo su esplendor.



Amanece en la bahía de Cádiz.

Al fondo la ciudad de Rota

Para mi sorpresa navegaba a motor sobre un banco de bonitos. Al poco tiempo de disponer el señuelo, había pescado cuatro espécimenes de buen tamaño. Como no había previsto la jornada de pesca, y por consiguiente, no disponía de hielo, decidí tomar tierra en el cercano puerto de Chipiona al que me dirigí tal y como ciabogué la cardinal oeste "Salmedina". Una vez firme en el pantalán de espera, desayuné, reposté gasóleo, compré hielo y regalé los túnidos a un señor, con aspecto de jubilado, que no les quitaba la vista de encima. Tenía tiempo por delante para pescar más, eran las 9.30 h de la mañana.




Al salir de la bocana del puerto de Chipiona me dirigí a la boya de aguas navegables "El Perro", comienzo y final de la barra de Sanlúcar. Desde este punto la visión de la derrota a seguir es similar a la de la pista de aterrizaje de los aviones, una consecución de boyas dispuestas a derechas e izquierdas, que delimitan el canal navegable, siguiendo una línea recta que, por si hay alguna duda, dispone de luces de enfilación a la finalización de la misma. De noche el espectáculo lumínico es espectacular.


Atracado en el pantalán de espera del puerto de Chipiona.

Montijo, Lagunazo, Cobujón, Alamillo, Galonera sur y norte, Merlín, Gallego, La Jara, Salabar, Espíritu Santo, La Riza, Playa, Puntilla, Bajo de Guía y Malandar. Una a una todas las boyas van quedando atrás. A babor el Parque Nacional de Doñana, a estribor Sanlúcar de Barrameda. En primera línea de ésta localidad, la playa de Bajo de Guía, famosa por las carreras de caballos que pisan sus finas arenas a finales de verano y por sus langostinos. Y por supuesto no podemos olvidar su exquisita Manzanilla, única en el mundo, elaborada mediante proceso de crianza bajo flor, sólo posible gracias al viento dominante del Atlántico, que inunda los grandes ventanales de sus bodegas que se orientan a poniente buscando este efecto.

Finaliza la enfilación en el puerto pesquero de Bonanza. Recientemente se ha remozado la Lonja y todas su instalaciones. Destaca en el conjunto el precioso faro de Bonanza de cuerpo octogonal de mampostería y torre blanca de 18 metros de altura que data de mediados del XIX. Forma parte del balizamiento del río Guadalquivir.



Puerto pesquero de Bonanza.

A continuación, tras virar 90º a babor, rumbo a la baliza "Fajinado", que se asienta en tierras del parque de Doñana. Visualizamos por nuestro través de babor el "fondeadero de Malandar" que está considerado por los derroteros como un fondeadero muy amplio y seguro.

Filamos cadena sobre las 12.00 h del medio día. El lugar es de lo más agradable. Además pese a la fecha en la que nos encontramos corre una brisa muy fresquita y no hace calor. En este punto, en primera fila para la observación, se aprecia el continuo movimiento de buques y embarcaciones por el río.


Buen sitio para fondear.

Fondeadero de Malandar. Parque nacional de Doñana.

A la hora de la comida preparo en la cocina del barco unas salchichas que disfruto en la bañera con una cerveza helada. Como no tengo prisas me doy el lujo de disfrutar en la litera de babor de una siesta reponedora. Es curioso pero el barco es el único lugar en el que me encuentro muy a gusto solo y puedo pasar muchas horas e incluso días en la soledad más absoluta.




Barco turístico "Real Fernando" en su trayecto Doñana- Sanlúcar.

Unos barcos bajan...

...y otros suben.

La salida al mar con la marea subiendo, es decir en contra para mi, la realizo a muy baja velocidad, 3 nudos aproximadamente. Arrecia el viento y la barra está un poco picada, pero el paso por la misma, salvo por los rociones, no tiene grandes dificultades. El problema se produce cuando la vaciante se enfrenta con el viento de W, SW. Entonces el escenario es otro.


Boya nº16 "Puntilla". Al fondo Doñana. Se aprecia la fuerza de la corriente.

Yate "Falcao". Perteneció a la Familia Real Belga.


Una vez establecido el rumbo de regreso y navegando a vela con el viento por la popa y el piloto automático dirigiendo la nave, dando alguna que otra guiñada. Me aplico en otros menesteres, la pesca continúa siendo fructífera, y en las siguientes horas embarco tres alistados que amenizarán la cena de los próximos días.



El agua del mar cambia de color. Se puede observar, tras la proa del buque, el faro de Chipiona.


jueves, 9 de agosto de 2012

Diario de Navegación. 3ª Parte y última.

18 de julio de 2.012 jueves. Marina Isla Canela- Chipiona (50 millas)

Demora seguida Isla Canela- Chipiona.

Suena el despertador a las 7.00 h. Nuestro tiempo de vacaciones toca a su fin, ha llegado el momento de regresar. Así que soltamos amarras a las 9.00 h y ponemos rumbo directo a Chipiona.

A la salida de la ría de la Higuera, también llamada de Isla Cristina nos cruzamos con al menos 12 barcos de pesca que regresan de faenar. Uno de ellos que iba a toda máquina nos paso muy cerca regalándonos una ola de al menos 0,5 m de altura con el consiguiente roción. En la bocana  y alrededores el mar tenía un color rojo que parecía sangre. Desconozco el motivo pero no era en absoluto atractivo.

Programamos el piloto a rumbo 125º, motor a 2.250 rpm, 5 nudos de velocidad. Tenemos tiempo por delante para leer, descansar, comer, dormir. A las 13.00 h comienza a soplar SW. Izamos velas. El viento suave al principio nos obliga a mantener el motor. Arrecia y apagamos el motor. Rola a sur, por consiguiente navegamos en ceñida a 6 nudos. ¡Fantástico!. Por nuestro través divisamos Matalascañas. Esta zona es de buena pesca así que echo la Rapala. Comienzan a picar las caballas. A la octava caballa decidimos que tenemos suficientes, así que cambio la muestra por una de mayor tamaño (20 cms aproximadamente). A los 20 minutos el carrete comienza a silbar. Un bonito. Lucha como un condenado y termina por soltarse. Pica un segundo bonito, éste más grande, lucha con más fuerza que el primero, tanta que el carrete no recupera sedal si no que lo pierde. No quiero parar el barco porque vamos a vela y es un jaleo. Finalmente cuando el carrete se iba a quedar sin sedal lo agarro y termina por romperse perdiendo la rapala y el bonito, ¡qué pena!. Sin embargo disfruté de unos minutos estupendos que incluso contagiaron a mi mujer nada aficionada.

Pesca de categoría para un principiante

Llegando a Chipiona, a más de 6 nudos, y con el barco en ceñida rabiosa decidí echar de nuevo una muestra a la altura de la boya del Perro, donde unos días antes habíamos pescado la Chova (o anchova no sé bien como se llama), para probar suerte. Para nuestra sorpresa pescamos otra pero más grande que la anterior. Temí hasta el último momento perderla por la velocidad que llevábamos. El trofeo no cabía en la nevera que utilizamos para nuestras pequeñas capturas.



Entramos exultantes en Chipiona a las 19.00 h. Repetimos pantalán I-16. Y como en la anterior ocasión repetimos la operación: limpieza de pescado, ducha y cerveza. Precisamente tomando la cerveza y comentando en el bar la captura del último minuto, el dueño del restaurante se ofreció amablemente a prepararnos a la plancha nuestro preciado botín.

Qué cena más agradable, como disfrutamos de nuestra Chova, que buena estaba. Desde estas líneas le doy una vez más las gracias a Ricardo, dueño del restaurante "El Náutico" sito en el mismo puerto de Chipiona, por su amable actitud hacia nosotros. Chapeau.

19 de julio de 2.012 viernes. Chipiona- Cádiz (20 millas).


Esta travesía la he realizado muchas veces pero no por ello ha perdido para mi el encanto del primer día. Salimos de la bocana del puerto de Chipiona con viento cero y el mar como un plato. A la altura de la boya de El Perro,en pleamar y con marea muerta, dejé el barco al pairo y me di un baño de los que no se olvidan. El agua estaba estupenda. Limpia y cristalina.

Gran parte del tiempo de la travesía la disfrutamos  sentados en la proa tomando unas cervezas con algún aperitivo. Al alcanzar El Quemado saltó el viento y esto nos permitió finalizar la navegación a vela.


En Puerto América nos encontramos como en casa, entre otras cosas porque siempre nos dan el mismo atraque si esta libre. El puerto por su ubicación, a la finalización del dique de San Felipe, y por estar algo alejado de la ciudad, es extremadamente tranquilo pero con un ambiente muy marinero ya que aquí hacen recalada muchísimos barcos extranjeros: franceses, ingleses, alemanes, etc. A nuestro lado, de vecino, tenemos un velero argentino patroneado por un par de señoras de mediana edad.

Por la noche preparamos en la cocina del barco las caballas pescadas el día anterior , para ello utilizamos un perolo grande con aceite de oliva, ajo y finalmente un toque de manzanilla Solear. Cenamos en  la bañera en una noche inolvidable. Y naturalmente nos ponemos morados.

20 de julio de 2.012 sábado. Cádiz.

¡Qué bonita es Cádiz!, que maravilla pasear por sus calles. Frente al hotel París- Francia, entramos en una librería de toda la vida en donde vendían libros de segunda mano. Echamos un rato muy agradable y nos llevamos unos pocos. Como era relativamente temprano pudimos coger mesa en la terraza del bar "Las Flores", todo un clásico de Cádiz. Después de comer disfrutamos de un helado y un café irlandés en la heladería "Salón Italiano". Para bajar la comida decidimos que nada mejor que un dar un paseo por el parque Genovés y la playa de La Caleta, Castillo de San Sebastián, etc. Y regresar, claro.

Entre los libros se encontraba uno escrito por mi hermana hace años. Ya es casualidad.

Llegamos a Puerto América cansados pero muy satisfechos. Manguerazo en el pantalán y plácida lectura hasta la hora de la cena. Cenamos en el bar del puerto con nuestro amigo Manolo y su encantadora mujer. Finalizamos una magnífica jornada tomando una copa en el Bavaria 30 de nuestros amigos.

Que trabaje el piloto automático.


21 de julio de 2.012 Domingo. Cádiz- Puerto de Santa María (4 millas).


¡Qué pronto se acaba lo bueno! y ¡que bien lo hemos pasado!. Toca regresar a nuestro cercano puerto base del Club Náutico del Puerto de Santa María. Una vez allí, nuestro amigo Antonio, dueño del bar del club, nos sorprende gratamente con una mariscada para dos que pone punto y final a nuestras vacaciones de verano.

¡Al ataque!

miércoles, 8 de agosto de 2012

Diario de navegación. 2ª Parte.

14 de julio de 2.012 Sábado. Mazagón- Punta Umbría (11 millas)


Partimos de Mazagón a las 10.00 h. Nuestro objetivo es ir a Punta Umbría por la ría de Huelva por ser esta ruta más entretenida que por mar abierto y aprovechando el ascenso de la marea. 


A nuestra izquierda discurre el espigón Juan Carlos I, que debe ser de los más largos de España, y que nos presta protección. A estribor se desarrolla el gran puerto de Huelva que aglutina una importante industria petro-química: gas, petróleo, fertilizantes, fundición de cobre, etc.

Tras 7 millas recorridas alcanzamos la punta del Sebo, encuentro de los ríos Tinto y Odiel. En este lugar se alza el monumento a Colón. Después el club náutico y un poco más allá la ciudad de Huelva.


Monumento a Colón


Dejamos el canal principal y entramos en el canal de la Mojarrera en donde nos cruzamos con la Canoa que realiza la travesía Huelva- Punta Umbría. A continuación atravesamos el puente de "La Punta del Burro" de altura libre 16 metros en BMVE (baja mar máxima viva equinoccial o bajamar escorada) según el derrotero de la zona. El coeficiente de marea en el día de hoy es de valor 51 (medio), la amplitud máxima de la marea en Huelva es de 2,80 metros y para este día de 0,90 metro. En el peor de los casos el puente nos deja 13,20 metros libre de altura. Calculo que la altura disponible a nuestro paso es de 14,10 m. Nuestro Puma 26 con antena y todo debe tener unos 12 metros de altura máxima. Pasa en cualquier caso. Mi mujer, no obstante, no se fía mucho de mi, y hasta que no pasamos por debajo del puente sin arrancar el palo no está tranquila. Tras el paso encauzamos el estero del Burrillo, el canal de Saltés y  la Ría de Punta Umbría.





¡Por los pelos!


Me encanta navegar por la ría de Punta Umbría pero quizás un sábado de julio no sea la mejor fecha. Muchísimas embarcaciones suben y bajan la ría, la mayoría de ellas a toda leche sin respetar el sentido común más elemental.

Amarramos en el Puerto Deportivo de Punta Umbría a las 12.30 h con la ayuda de nuestros ahijados Diego y Álvaro que nos esperan tras haberlos avisado por teléfono. Llama la atención el gran número de atraques libres. La crisis sin duda. Destacar el buen trato dispensado en este puerto por el personal del mismo.



Nuestros amigos Javier e Isabel nos invitan a comer. Han preparado una barbacoa de campeonato. Realizamos una sobremesa a la altura de la comida con licores varios de acompañamiento. Por la noche cenamos estupendamente en el restaurante Miramar: coquinas, chirlas, chocos, boquerones y corvinata con patatas fritas. Todo ello regado con abundante Barbadillo. ¡Estamos como pelotas!. Regresamos al barco casi rodando.

¡Qué bueno!


15 de julio de 2.012 Domingo. Punta Umbría.

Nos levantamos tarde pero descansados y salimos a navegar a vela con nuestros amigos. Hoy el chef (mi amigo Javier) ha preparado un arroz caldoso para chuparse los dedos. Después siesta de altura y, para bajar la comida, paseo por la playa. Copa en el barco, cena y despedida de nuestros magníficos amigos y anfitriones.

Copita en el barco


16 de julio de 2.012 Lunes. Punta Umbría- Marina Isla Canela. (21 millas).


Suena el despertador a las 8.00 h. Partimos a las 9.00 h. Dejamos el puerto de Punta Umbría donde tan bien lo hemos pasado. Tras seguir el balizamiento de la ría nos encontramos a las 9.30 h en la boya de recalada. Poco viento, mar plana y mucha calima. Motor a 2.400 rpm y rumbo 272 º. Ha saltado un temporal muy duro de Levante en el estrecho. En esta zona no afecta directamente. Indirectamente frena  el dominante viento de oeste, sur-oeste que no fluye con normalidad. Sin el frescor del poniente se espera mucho calor para los próximos días.

Alcanzamos Marina Isla Canela entre las brumas a las 13.30 h. Muchísimo calor. Una vez atracados y aseados, nos tomamos unas hidratantes cervezas en una terraza del centro comercial del puerto.

Calma chicha



Desde hace unos cinco años, todos los veranos hacemos escala en este puerto que está muy bien, mejor que su vecino de Isla Cristina. Eso sí es un poco caro pero para dos días...

Comemos en el Chiringuito Antonio: atún encebollado y arroz caldoso. Siesta en el barco con mucho calor. El termómetro interior marca 34º. El paseo por la playa nos deparó la decepción de un mar cuajado de algas que impedían un baño agradable. Rompía con fuerza en la playa una ola que claramente llegaba del estrecho. Viento cero.


Hay sitios en los que es un placer tomar la comida denominada "basura". En estos menesteres los ingleses son especialistas. El Cyndy´s Pub es un claro ejemplo de lo anterior. Estupenda hamburguesa de ternera poco hecha de tamaño maxi y pinta de cerveza de primera categoría. Después de cenar contemplamos los fuegos artificiales lanzados desde la cercana Isla Cristina que, como localidad marinera, celebra con todos los honores el día de la Virgen del Carmen.

17 de julio de 2.012 Martes. Marina isla Canela.

Decidimos quedarnos un día más en Punta del Moral. Para ello existen dos razones principales: la primera porque lo estamos pasando muy bien, la segunda y de mayor calado porque continúa el temporal en el estrecho y, por consiguiente, intentar regresar a la Bahía de Cádiz en estas condiciones es para nada. Hay que sacrificarse.

Desayunamos y comemos muy bien en el cercano bar Cayuelitas. Paseo por la playa y cena en el barco con copita incluida.

Continúa...


domingo, 5 de agosto de 2012

Diario de navegación. 1ª Parte.

Ahora que media España se va de vacaciones. Recuerdo con nostalgia lo que han dado de sí los doce días de vacaciones que hemos disfrutado mi mujer y yo navegando por la costa de Cádiz y Huelva en nuestro pequeño velero "Panchito".

Transcribo a continuación el Diario de Navegación que todas las noches, antes de acostarme, rellenaba en el cuaderno de bitácora y que resume cada jornada de navegación:



11 de julio de 2.012. Miércoles.

¡Por fin llegaron las vacaciones!. Llegamos al barco a las 18.00 h. Se produce el desembarco de Normandía: bolsas con ropa, comida, bebida, etc. Estibamos y arranchamos bien el barco para estar lo más cómodos en las dos próximas semanas. Cenamos en el barco.







12 de julio de 2.012 Jueves. El Puerto- Chipiona (28 millas).

Nos levantamos a las 9.00 h. En primer lugar aseo y desayuno en el Club Náutico del Puerto de Santa María (nuestro puerto base). Después compra de hielo y pan en un supermercado cercano.


Partimos a las 11.00 h. Tras abandonar el cauce del río Guadalete ponemos rumbo 285º a la boya del "Quemado" que dista unas 7 millas de nuestra posición. Buen tiempo: viento fuerza 3 oeste, marejadilla/ marejada. Viento, mar y corriente convergen en nuestra proa así que la navegación en principio es a motor. Motor a 2.250 rpm y unos buenos 5 nudos de velocidad con un consumo de 2,5 litros a la hora.



Algunos barcos de la Armada, con base en Rota, maniobran por la zona. En varias ocasiones tenemos que variar el rumbo, que dirige con exactitud el incansable piloto automático, para evitar algún que otro rumbo de colisión. Alcanzamos la boya del "Quemado" a las 12.30 h. Cambio de rumbo: Marcación 330 º a la señalización cardinal oeste "Salmedina" que dista unas 10 millas aproximadamente. Ahora con el viento por el través de babor izamos las velas y comenzamos la navegación a vela sin el molesto ruido del motor. Un auténtico placer. Mantenemos una velocidad  de crucero de 5 nudos. Es el momento de echar el curri, Rapala de 15 cm, a ver si hay suerte. En otras ocasiones hemos capturado algún atún por la zona. Al cabo de un rato comienza a silbar el carrete. Hemos pescado una caballa de buen tamaño, a la que le siguen cuatro más.


A las 14.30 h dejamos "Salmedina" a estribor, pero como es temprano, decidimos continuar navegando a vela y entrar en Chipiona más tarde. Preparamos unos bocadillos de chorizo y comemos disfrutando de una magnífica navegación. Pasamos entre varios mercantes que aguardan fondeados la subida del Guadalquivir hacia el puerto de Sevilla. Cambiamos rumbo al 360º buscando una navegación más cómoda.

Alcanzamos Chipiona sobre las 17.30 h. En las proximidades de la boya de aguas navegables "El Perro" hemos pescado un pequeño bonito y una chova. No está nada mal.

Tras arreglar el papeleo, cargamos gasóleo y atracamos en el pantalán asignado. Limpieza de pescado, ducha, botellín de cerveza y ya estamos preparados para salir a dar una vuelta. Caminamos por el paseo marítimo hasta el Faro que da paso, a continuación, a la playa de Regla. Parada obligatoria en el Picoco. En su terraza, con una buena cerveza bien fría, asistimos a una bonita puesta de sol. Cena en el bar "El Alemán" y regreso al barco para finalizar nuestro primer día de singladura con una Franziskaner de trigo.


13 de julio de 2.012. Viernes. Chipiona- Mazagón (31 millas).




La jornada de navegación comienza temprano. A las 5.30 h no puedo continuar durmiendo debido a un fuerte dolor de cabeza. Suelto amarras a las 6.00 h y abandonamos el puerto de Chipiona. Poco viento, Fuerza 2 noroeste/ Marejadilla. Rumbo 335º a Matalascañas que dista aproximadamente 15 millas de Chipiona. Motor 2.250 rpm y 5 nudos. Grandioso espectáculo la salida del sol.





 A las 9.00 h alcanzamos Matalascañas y despierto a Eva para que prepare el desayuno. El resto de la navegación hasta Mazagón, otras 15 millas, la realizamos al 300º, cerca de la costa para observar la belleza de los acantilados y de la playa que, a día de hoy, aún permanece virgen.





Los peces se muestran dormilones y sólo capturamos una caballa que se une al botín del día anterior.

Atracamos en Mazagón a las 12.30 h. Repostamos los 15 litros de gasóleo que hemos gastado en una navegación exclusivamente a motor.

Mi cuñado Pablo nos recoge a las 14.00 h y preparamos en su casa todo el pescado que hemos capturado en los dos últimos días. De rechupete. Que bueno y que satisfacción.

Por la tarde le damos un paseo por la ría de Huelva a las sobrinas de mi mujer. Echamos el curri pero no hay suerte.



Pablo e Inma nos invitan a cenar en el restaurante "Torre del Loro". Degustación de chocos, coquinas, rosada. Finaliza un día que comenzó mal pero que terminó muy bien.

14 de julio de 2.012. Sábado. Mazagón- Punta Umbría.

Nos levantamos a las 9.00 h. Y tras la rutina de de todas las mañanas: aseo, desayuno, compras, etc. Abandonamos Mazagón. Nuestro próximo destino la cercana Punta Umbría. Allí nos esperan nuestros amigos Javier e Isabel.