Estos últimos días en los que el calor ha hecho acto de presencia, cobra fuerza e interés el planteamiento de las vacaciones de verano.
Algunos, los más previsores, lo tienen resuelto desde hace algún tiempo. Otros, los más privilegiados, dudan entre varios destinos de la geografía nacional e incluso internacional.
Con la crisis cada vez son más los que practican ingeniería financiera para ajustar el exiguo presupuesto resultante de tanto gasto diario con unas vacaciones austeras. A veces resulta un puzzle realmente difícil de completar.
En todo caso, incluso para los que no vayan muy lejos, el disponer de tiempo libre es una gozada que como dice el anuncio de tarjetas de crédito, no tiene precio.
Algunos, los más previsores, lo tienen resuelto desde hace algún tiempo. Otros, los más privilegiados, dudan entre varios destinos de la geografía nacional e incluso internacional.
Con la crisis cada vez son más los que practican ingeniería financiera para ajustar el exiguo presupuesto resultante de tanto gasto diario con unas vacaciones austeras. A veces resulta un puzzle realmente difícil de completar.
En todo caso, incluso para los que no vayan muy lejos, el disponer de tiempo libre es una gozada que como dice el anuncio de tarjetas de crédito, no tiene precio.
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