Mis padres eran socios del Club Náutico de Sevilla, desde su inauguración allá por los años 50, allí se conocieron y poco después se casaron. Trajeron nuevos socios al club, bueno...yo soy el quinto de siete.
Desde que tengo uso de razón asocio al Club los meses de junio, julio y septiembre. Jugábamos al baloncesto y nos bañabamos sin parar, a la hora de la merienda mi madre nos daba el bocadillo de nocilla y el tuper con cola cao.
Muchas tardes tomaba la merienda paseando por el muelle del club, disfrutaba observando los veleros y motoras allí atracados. Entre las embarcaciones había que diferenciar las de los socios y las de los extranjeros que hacían parada técnica en nuestra ciudad. Comenzaba así, desde muy pequeño, a interesarme por lo que terminaría siendo con los años una sólida afición por el mar y los barcos.
Los más jóvenes asistíamos casi todas las tardes a la apertura del "Puente de Hierro" que dejaba el paso expedito a los mercantes blancos de la Cía. Naviera Pinillos que descargaban sus mercancías frente al muelle de las Delicias, comprendido entre le puente del Generalísimo y el de Hierro. Junto al primero en muchas ocasiones se abarloaban hasta tres unidades. Descargaban madera y graneles sólidos y se marchaban escoltados por los remolcadores de la Autoridad Portuaria de Sevilla.
Inauguración del Puente de Hierro, imagen del crucero "ARA Buenos Aires"
Un día mi padre compró una barca de remos de 3,50 m de eslora, con la que nevagabamos por el río los sábados, comíamos en ella y nos bañabamos en el río sin muchos miramientos ni reparos. Más tarde compró un motor de 4 CV y el alcance de nuestras navegaciones aumentó considerablemente, desde el "tapón" de Chapina hasta la esclusa, es decir la totalidad de la dársena del Guadalquivir.
La dársena del Guadalquivir es un brazo de río construido artificialmente, bajo reinado del rey Alfonso XIII en los años 20. También se construyeron los muelles, la esclusa y el puente de Hierro. El cauce original del río se desvió para salvaguardar a Sevilla de las inundaciones que se producían periòdicamente.
Junto a la exclusa se construía el canal Sevilla-Bonanza, promovido por el Presidente Carrero Blanco, y que constituiría una vez terminado un conglomerado industrial de primer orden a nivel mundial. Motor de la economía de Andalucía, a imagen y semejanda de polos industriales europeos como los existentes en la cuenca del Rin. El proyecto se abandonó algunos años después.
El Astillero de Sevilla vivía en aquellos tiempos una época de gran esplendor, el muelle estaba repleto de barcos en construcción de hasta 190 m de eslora, algunos abarloados porque no cabían todos. Después de las continuas reconversiones el astillero se quedó en la mitad y en los últimos 20 años la actividad fue muy baja. Ahora bajo la titularidad privda de "Astilleros de Huelva" parece que ha recuperado un poco el pulso y el ver tres ferryes en construcción me recuerda un poco aquellos días.
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