En mi casa siempre existió una afición a las motos muy grande. Mi padre en sus tiempos de juventud (años 50), tenía una NSU-250, con la viajaba a todas partes, era su medio de transporte hasta que empezó a a tener hijos y tuvo que comprar un coche.
Posteriormente, una vez vendida la moto, continuó su afición leyendo revistas de moto (motociclismo) y siguiendo las carreras en televisión, que no eran muchas como ahora, también asistiendo a alguna carrera de motocróss en el circuito de Alcalá de Guadaira. Eran los primeros años de los 80 y los pilotos del momento eran Toni Elías y Fernando Muñoz, y las motos la Derbi 250, Montesa Cappra, Bultaco Pursang, etc. El olor a aceite de ricino que desprendían las motos no se me olvidará jamás.
Mis hermanos mayores imitaban a aquellos pilotos y hacían sus pinitos con sus bicicletas BH. Siempre había a mano un bote de mercromina para rodillas y codos. Continuamente le pedían a mi padre una moto y esta llegó: una flamante Mobylette AV70 E de color rojo. Con ella practicaban el motocross y daban grandes saltos. La moto duró poco...
De esta época recuerdo una restauración, que se llevó a cabo en el garaje de casa de mi abuela, de una Montesa Cappra 250 propiedad de un amigo de mi hermano, que juraba que la moto, pese a sus años y a como acabó después de la restauración, se levantaba en todas las marchas. A mi en aquellos momentos la moto me parecía gigantesca y era todo un espectáculo escuchar el ruido y observar la humareda que formaba una vez arrancada.
Desde entonces guardo un recuerdo imborrable y una admiración sin igual por las motos españolas en general y de las montesas en particular. Después llegó la crisis y la desaparición de la gran industria española de la motocicleta. Hoy sólo quedan las migajas de una época gloriosa.
Sólo muchos años después he podido adquirir una de aquellas máquinas casi perfectas: una Montesa 360 L del año 83. Es la moto que se puede ver en las fotos adjuntas. Como se puede apreciar las motos de ahora no pueden competir con ella en belleza, armonía y elegancia.
Este modelo está perfectamente conservado respecto a la versión original, se han respetado todos los detalles. La Montesa 360 L cronológicamente es posterior a la serie H6 y convivió con las primeras H7. Es un modelo "raro" del que no se fabricaron muchas unidades, la mayor parte de las remesas producidas fueron para el cuerpo de la Guardia Civil, quizás por esto la mecánica montaba un carburador menor que sus hermanas las H6 y H7, para favorecer el ahorro de combustible y aumentar la autonomía y la fiabilidad.
El catálogo de Motociclismo del año 1.983 la describía de la siguiente manera: "para todos los públicos, puede ser la frase que define perfectamente a esta nueva enduro de 360 de la nueva seri L. Su aspecto ya de por sí, nos dice que estamos ante una moto civilizada. Se le han suprimido las placas portanúmeros y se le ha dotado de un asiento biplaza. de color rojo en su totalidad, excepto en los guardabarros es otro factor que la distingue visiblemente de las de color blanco de la serie H7. Es una moto ideal para el motorista de excursión dominical o para aquellos que gustan del raid, perfecta para hacerse muchos kilómetros por el campo, pero sin pretensiones deportivas. Su depósito adopta la forma jumbo con una capacidad de 11 litros y las suspensiones son de la firma italiana Marzocchi".
4 comentarios:
preciosa es la palabra que se me ocurre al ver esta maquima
yo tengo una 360 h6 del año 78 y me dan ganas de modificarla en H7
yo tengo una 360L del año 83 fue una edicion limitada en la q solo se fabricaron 400 de esas motos .
tengo un pequeño problema donde puedo encontrar piezas originales para ella .
que carburador llevaba ?? gracias
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