sábado, 15 de agosto de 2009

Jerez-Orense en moto. Primera parte


Picar sobre las fotos para agrandarlas

Jueves 2 de julio de 2.009.

¡Qué difícil me resultó conciliar el sueño!. La ilusión de iniciar el viaje me provocaba un insomnio muy parecido al que sufren los niños la noche de los Reyes Magos.

Entre sueños repasaba mentalmente el recorrido que pretendíamos realizar en los seis días siguientes: Jerez-Sevilla-Mérida-Cáceres-Salamanca-Zamora-Orense y regreso, sin prisas pero sin pausas. Traducido en kilómetros aproximadamente 2.000 Km. Mi hermano con su nueva Yamaha Ténere 660 y yo con mi Suzuki G-250 del año 1.999.

Sobre las 5.30 h de la mañana dejé de luchar con la almohada y me levanté de un salto, me vestí y bajé al garaje en donde me esperaba la Suzuki, preparada del día anterior.



Serían las 6.00 h cuando puse el cuentakilómetros a cero. Abandoné Jerez de la Frontera (P.K 0.0) por la autopista A-4. ¡Ya estaba en marcha!. Después de pasar Sevilla (P.K 100) dejé la autovía y tomé la Nacional N-630 "Vía de la plata" (antigua vía de comunicación romana que atraviesa España de norte a sur en su vertiente occidental y que actualmente, tras construirse la autopista, apenas tiene tráfico).

Santa Olalla de Cala (P.K 160) era el punto elegido para encontrarme con mi hermano José Manuel e iniciar así nuestro viaje juntos. Allí desayunamos unos magníficos bocadillos de jamón serrano, acompañados de nuestro amigo José Luis que quiso acercarse a despedirse de nosotros en su bonita BMW-650.

Continuamos nuestro camino. Dejamos atrás las bellas ciudades de Mérida (P.K 290) y Cáceres (P.K 350). Tras atravesar el río Tajo y el gran embalse de Alcántara abandonamos definitivamente la Vía de la Plata. La comarcal EX-109 nos llevó a Coria. Pocos kilómetros después nos adentramos en la sierra de Gata. Una gran masa boscosa de una belleza exuberante, densamente poblada de pinos.


Sierra de Gata

Sin darnos cuenta ya estábamos en Castilla y León. Serían las 14.00 h cuando cruzamos el puente romano sobre el río Águeda. Éste nos abría paso hacia la fortaleza amurallada de Ciudad Rodrigo (P.K 520). El pueblo no tiene desperdicio y bien merece una visita. En el centro del pueblo, frente al ayuntamiento, comimos estupendamente y a muy buen precio. Naturalmente degustamos unas magníficas chuletas de ternera, de la tierra charra.


Ciudad Rodrigo


Ciudad Rodrigo

Después de comer continuamos viaje en dirección a Vitigudino (P.K. 584). El paisaje de esta zona es típicamente salmantino. Los protagonistas principales son: la dehesa, en donde pastan los toros bravos de lidia, y las grandes encinas, en donde las reses buscan la sombra.

En esta zona tiene su ubicación el gran embalse de Almendra, cuya presa es la más importante de España y una de las más grandes de Europa Occidental. Retiene las aguas del río Tormes que pocos kilómetros más abajo se une con el Duero. Las vistas son espectaculares.


Río Tormes


Presa de Almendra

Nuestro camino continuó por la provincia de Zamora, en su frontera con Portugal. Esta zona de España está muy despoblada y las pequeñas aldeas que atravesábamos parecían no haber sufrido cambios en los últimos 200 años. En ellos se apreciaba una mezcla en la arquitectura, entre castellana y gallega.

Serían las 20.00 h cuando alcanzamos la presa que separa España de Portugal, sobre las limpias aguas del río Duero. Allí mismo se encuentra la ciudad fronteriza de Miranda do Douro (P.K. 654), donde decidimos pasar nuestra primera noche.


Río Duero. Frontera con Portugal

Encontramos un hotel, en el centro del pueblo, a muy buen precio: 50 € la habitación doble con desayuno incluido. Después de ducharnos dimos una paseo por el casco antiguo. Descubrimos lo barato que es el norte de Portugal. La jarra de cerveza de 0,5 l de Super Bock cuesta 1 €, un chuletón de ternera de 0,7 Kg no alcanza los 8 €. No creo que sea necesario comentar que nos pusimos morados de comer y beber. Con poco más de 20 €.
Aquí finalizó nuestro primer día de viaje tras realizar 654 Kms.

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